martes, 25 de mayo de 2010

Blow Job.

Mariposas podridas.

Hoy he dormido un par de horas, ya era de día. Entraba claridad por la ventana y me he quitado la camiseta porque tenía calor. Aunque normalmente lo hago, me da miedo dejar las ventanas abiertas mientras duermo porque pienso que va a entrar alguna paloma haciendo esos ruidos tan desagradables que hacen y que me ponen bastante nerviosa, o qué se yo, pero me da miedo.
Mientras que dormía poco y mal he soñado con él, con vísceras anónimas y con un niño rubio guapísimo que no conocía de nada, o eso creo. Me he despertado con náuseas y me ha dado una pena terrible estar sola y no tener talento alguno para exteriorizar todas esas cosas de una forma de verdad creativa. Mientras que las náuseas remitían he llegado a la conclusión de que es normal que las tenga porque mi estómago está lleno de mariposas podridas.
En ese momento me hubiera gustado saber pintar bien para hacerle un retrato, tengo claro que de hacerlo le pintaría de perfil. O saber tocar la guitarra y componerle una canción. Una canción pegadiza, que no se pudiera quitar de la cabeza en unos cuantos días al menos, como esas que le gustan, que digan barbaridades pero siempre poniendo voz de niña buena y tonta.





*Big jet plane. Angus and Julia Stone.

Sin dañar las membranas.


"Vale la pena recordar que nuestro dolor -por más moderno y personal que sea- nos liga con un mundo primitivo que hoy está casi tan completamente perdido. En antiguos enterramientos se han exhumado huesos humanos que poseen agujeros redondos realizados en los cráneos (figura 3). Estos agujeros son el resultado de una cirugía prehistórica, llamada trepanación, que aún se practica en algunas zonas primitivas. La trepanación implica quitar un fragmento de cráneo (llamado calvarium) sin dañar las membranas y los tejidos subyacentes. El médico o brujo cumplía con varios objetivos cuando excavaba o raspaba, cortaba o aserraba esos ominosos agujeros. Antiguos cráneos peruanos, por ejemplo, indican que los incas empleaban la trepanación como procedimiento estándar para el tratamiento de las heridas infligidas en combate. Al parecer, por la evidencia de los huesos sanos, la mayoría de los pacientes sobrevivía a esas operaciones."

Fragmento de La cultura del dolor de David Morris.




Me parece increíble (e infinitamente desagradable) que se pueda sobrevivir a la trepanación. Y a muchas otras cosas. Hoy después de un día bastante malo me he puesto a leer acerca del dolor, por casualidad, y por alguna razón que no acabo de entender del todo me he sentido mejor. La antropología ha actuado como un manual de autoayuda.


lunes, 24 de mayo de 2010

Brazos y humo.

Siempre me ha parecido tremendamente erótica la manera de fumar de Brett Anderson. Y su forma de moverse (especialmente los brazos) y de coger el micrófono en el escenario. Los micrófonos me parecen obscenos. Maldita mente sucia.




* Trash. Suede.

sábado, 22 de mayo de 2010

Universo barato.

Son las 7:20 y aún no me he logrado dormir. He decidido invitar a Pessoa a la habitación, le he dicho que vaya colgando el sombrero en la percha, ya le preguntaré luego por Christian Rosenkreutz. Una vez acomodado no puedo evitar asentir constantemente cuando leo esto:


Empiezo a conocerme. No existo.
Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron,
o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida…
Soy esto, en fin…
Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de
zapatillas en el pasillo.
Quede yo solo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo.
Es un universo barato.

Contagio.

Cicatrices.

El día que vio por primera vez al chico de las ojeras no pudo evitar darse cuenta de que era como ella, algo en su mirada le hacía pensar que detrás de aquel azul estaba el gris. Cuando escuchó como hablaba lo corroboró y a los pocos días pudo ver que su ilusión por vivir se había quedado por el camino. Quizás en algún momento descubriría cuando ocurrió, lo más probable es que él también acabase descubriendo cuando perdió ella la suya. Saltaba a la vista que era de los que había pagado un precio demasiado alto por algo que al final no salió bien.
Una de las primeras conversaciones que tuvieron, ambos desnudos, tumbados en la cama compartiendo un cigarrillo, trató sobre qué querían que hicieran con sus cuerpos una vez hubieran muerto. Ambos tenían serias dudas al respecto, pero fue una manera de dejarse claro que estaban hechos de la misma pasta. Y alguien hecho de la misma pasta que ella lo único que podía llegar a lograr era hacer crecer el nudo de su garganta. Compartir tristezas y cicatrices.
Hoy ese nudo había estado a punto de estallar. Cuando recibió su llamada ya se había quedado preocupada por cómo sonaba su voz. Y cuando llegó a su casa se le cayó el corazón al suelo al verle con las venas más hinchadas del mundo y la expresión más triste que había visto en mucho tiempo. Oía lo que le decía de fondo mientras que no podía apartar la vista de sus antebrazos y de todas las heridas nuevas que tenía por su anatomía. Imágenes de antiguos chicos con ojeras se le agolpaban en la mente mientras se dejaba hacer y notaba como el sabor del Jack Daniel's inundaba su cuerpo.
En algún punto de los últimos meses había dejado de ser una marioneta para convertirse en una muñeca hinchable. Lo único que se le daba bien.




*Can't help but wonder where I'm bound. Johnny Cash.

miércoles, 19 de mayo de 2010



Y no quiere hacerse mayor, eso le da mucha pena,
ya sabe que hacerse viejo es tener más problemas.



martes, 18 de mayo de 2010

Inyección.

No voy a mentirle, la verdad es que si que había sentido esto antes. Las náuseas, los escalofríos, la sensación de que los ojos quieren salir propulsados de sus cuencas para dejarlas vacías, la imposibilidad de respirar con normalidad, ya sabe, la asfixia. Todo.
Por supuesto al principio, hace ya más de un par de años, era más leve, pero después la intensidad de los síntomas ha ido aumentando. De hecho hoy he pensado que no iba a vivir para contarlo y que la última imagen que iba a ver era la de mi corazón saliendo por mi boca y estampándose contra su pecho. Y créame no era una imagen que quiera recordar.
Llámelo crisis de ansiedad, de rabia, de pánico...si en vez de médico fuese poeta decidiría llamarlo amor, que al fin y al cabo engloba al resto de definiciones cuando estás inmerso en una crisis.
No sé que es lo que me acaba de inyectar, siendo honesta creo que voy a necesitar un poco de ayuda para bajar de la camilla y para no romperme la crisma bajando por las escaleras...pero, no obstante, debería de recetarme una gran cantidad. Así cuando vea al epicentro de este seísmo emocional que se ha convertido en físico, le miraré a los ojos mientras me habla, inyección en mano y nos ahorraremos más espectáculos como el que le estoy ofreciendo esta tarde.




*Gonna get along without you now. She & Him.

lunes, 17 de mayo de 2010

Como un anzuelo en un ojo.


You fit into me
like a hook into an eye.

A fish hook.
An open eye.

Margaret Atwood.

Análisis.


1. No sé silbar ni nadar, entre muchas otras cosas.
2. Supongo que en realidad me conformo con tararear y chapotear en el agua, por ejemplo.
3. No lo llames conformismo barato, solo es un ejemplo.
4. Para otras cosas soy mucho más inconformista. Y menos barata.




*Promise. The dining rooms.

jueves, 6 de mayo de 2010

Mr. D.





Mr. D made a decision by himself.
Mr. D did not notice that I was there.





martes, 4 de mayo de 2010

Matices.