jueves, 30 de junio de 2011

Anemic.






miércoles, 29 de junio de 2011

Cien mil.

Cuando dejó de lamerse las heridas, el asesino de Dios me dio la mano. Yo le devolví fraternalmente la paz y el universo siguió gritando, pero un poco más bajo. En el piso de abajo se seguían escuchando conversaciones sobre deformidades labiales y sobre tortugas bobas devueltas al mar, en el mío Corcobado seguía contando caballitos de anís, cien mil o los que hagan falta, caballero, siento que desee morir precisamente esta noche, pero si quiere le acompaño al mar, no me lo diga dos veces.


*Versionando.

En un bolsillo.

Las coristas ya no tienen que usar laca, lo terminal no tiene por qué ser especialmente poético y no hay relación entre vocalizar correctamente y ser comprendido. Me temo que Spiderman ya no te quiere para cenar esta noche y por esta regla del tres, cada vez temo más que cuando me encuentre con una cucaracha en la calle al volver a casa, deje de comportarse pacíficamente. Últimamente inicio descargas en las que el tiempo estimado es de 1045 días y efectivamente, ni teniendo fe el número disminuye. Que no, que no, que el infinito ya no nos cabe en un bolsillo.



*Me canta Robert...the spiderman is having me for dinner tonight!

sábado, 18 de junio de 2011

III


Dejando a un lado a la Santísima Trinidad, a los tres lados de los triángulos escalenos, de los isósceles, de los equiláteros, de los de amor bizarro y a las tres cosas que hay en la vida: salud, dinero y amor. También a las tres negaciones de San Pedro, a las tres tentaciones de Jesucristo en el desierto, a las tres virtudes teologales, a los tres pilares del zen y a los tres venenos del budismo. Obviando las tres dimensiones, el tres en raya, las tres leyes de Newton, las tres de Mendel, las tres de Kepler, las tres de Asimov. Olvidándonos de las tres carabelas de Colón, de los tres cerditos, de las tres mellizas, de los tres fantasmas navideños de Dickens, de los tres filtros de Sócrates, de los tres deseos que te pueden conceder en los cuentos, de los tres misterios de Fátima y del sombrero de tres picos. Y de los monos sabios que se tapan los ojos, los oídos y la boca en Tokio, de los mundos de Popper, de los Tres Tenores. Sin tener en cuenta a las tres jequesas de Qatar, ni a las tres Marías, ni a las tres principales musas de Warhol, ni a las tres unidades de Aristóteles en el teatro. A pesar de las tres gracias, los tres mosqueteros, los tres Reyes Magos, las tres heridas de Machado, las tres cruces de Mario Postigo y hasta de los tres tristes tigres que comen trigo en un trigal, hay grupos de tres que no funcionan.



*Suena.

jueves, 16 de junio de 2011

Dudas.



-¿Crees que la física cuántica es la respuesta? Porque no sé, en el fondo ¿de qué me sirve a mí que el tiempo y el espacio sean exáctamente lo mismo? En fin, si le pregunto a un tío qué hora es y me dice que 6 kilómetros, ¿qué coño es eso?

lunes, 13 de junio de 2011

After darkness.




Porque encuentre o no encuentre luz tras la oscuridad, quiero que me lleven en un coche fúnebre idéntico a ese. Si lo veo desde alguna parte, me hará gracia y de no darse el caso, puden reírse ustedes.

domingo, 12 de junio de 2011

Gasolina.

Que al final todo se reduce a no morirse si se acaba la gasolina y superar la ausencia de ciertas ausencias, quizás mejor evitando las vísceras purulentas. Elegir dónde construir el nido es importante, cuidate de hacerlo en el árbol podrido, hazlo en otro aunque tenga las ramas de latón. Tiempo actual: tormenta eléctrica. Como recomendación: no vender aún la piel del oso / afilarse las uñas.




Suena.

Lo que sea será otra cosa.

Vivir es ser otro. Ni sentir es posible si hoy se siente como ayer se sintió: sentir hoy lo mismo que ayer no es sentir: es recordar hoy lo que se sintió ayer, ser hoy el cadáver vivo de lo que ayer fue la vida perdida. Apagarlo todo en el cuadro de un día para otro, ser nuevo con cada nueva madrugada, en una revirginidad perpetua de la emoción: esto, y sólo esto, vale la pena ser o tener, para ser o tener lo que imperfectamente somos.
Esta madrugada es la primera del mundo. Nunca este color rosa amarilleciendo para blanco caliente se ha posado así en la faz con que el caserío del oeste encara lleno de ojos vidriados el silencio que viene en la luz creciente. Nunca hubo esta hora, ni esta luz, ni este ser mío. Mañana, lo que sea será otra cosa, y lo que yo vea será visto por unos ojos recompuestos, llenos de una nueva visión.


*Del Libro del desasosiego de Fernando Pessoa.