Es parecido a cuando acabas quitándote la ropa para tratar de sentir algo de calor o a no saber cuál es la versión de Blue Moon que más te gusta. Parecido a cuando escuchas tu canción favorita de un grupo en directo y en vez de ponerte contento te sientes de repente tan pequeño que te entran ganas de llorar o a notar los latidos del corazón de alguien y en vez de relajarte querer que dejen de sonar al precio que sea. Como la palabra funesto. O quizás también sea parecido a cambiar tu color de pelo y que todo el mundo te diga que te sentaba mejor el anterior o al momento en el que arranca el autobús en la estación y a tí nadie te dice adiós desde abajo. Se parezca a lo que se parezca, los abrazos nunca nunca nunca son gratis.
*Blue Moon. Dean Martin.
1 comentario:
Ay.
(De suspiro. De dolor.)
Publicar un comentario