El día que descubrí que no me esperabas en el infierno mi corazón dio un vuelco. Así que al final nada de llamas alrededor. Todo está cercado con una valla blanca y tu calavera ha dejado de ser polvo y se ha rodeado de rosales que apuesto a que florecen durante todo el año. Tus brazos ya no están morados y la opción de standby se ha perdido entre la lluvia, que ya nunca es ácida. Ya nunca te duele nada, puede que algún día llegue a alegrarme realmente de que hayas encontrado el antídoto para que todo ese veneno que tenías dentro dejase de hacer su efecto.
*Pálido. Christina Rosenvinge.
*Pálido. Christina Rosenvinge.
4 comentarios:
A veces parece injusto que la gente cambie. El esquema que uno se hace del mundo sólo es temporal. La verdad es que yo me resisto a buscar uno nuevo.
¡Qué bonita la cabecera del blog! : )
Uff, yo también me resisto.
Así que mira qué bien...
La cabecera es un poco chapuza, pero me gusta como quedó =)
Este post me da miedo. Parece que habla de Kike. Le echo mucho de menos.
:)
Ya supongo. Es que habla del equivalente de Kike en mi vida, ya sabes.
Echar de menos a alguien está bien en principio, pero acaba siendo un vicio muy malo...
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