domingo, 13 de enero de 2013

Al Este.

En dosmildoce se abrieron unas cuantas brechas en el suelo, de esas en las que un pie se queda en cada uno de los lados y tienes que decidir hacia cual de ellos saltar para evitar caerte en medio. Micah P. Hinson le puso melodías al día más triste, aprendí que la muerte simplemente ocurre y las señales cósmicas nos hicieron abrir los ojos. Llegó el momento de sentirse aplastada por la rabia, los días azules se volvieron cada vez más lejanos, los conceptos inquebrantables se convirtieron en más basura en el cubo y la única conclusión que saco es que aunque sigo sin tener la certeza de que el Sol saldrá mañana, lo único que queda es esperar mirando al Este.