jueves, 17 de marzo de 2011

Tras los títulos de crédito.

Hay algunos conceptos de la medicina forense que me interesan por el romanticismo que implican desde un punto de vista simbólico, de hecho tienen fuerza poética. Y teniendo una visión superflua y morbosa, frivolizando, claro está. Lividez cadavérica, rigor mortis, piel anserina, momificación.
Hoy he recordado un fenómeno químico que me pareció un concepto bonito, un proceso llamado saponificación en el que los tejidos grasos del cuerpo, dándose determinadas circunstancias de humedad y falta de aire, se convierten en una sustancia similar al jabón. Cuestiones químicas y romanticismo puro.

2 comentarios:

Ángel Berián. dijo...

Aún recuerdo mi primer experimento de saponificación en el colegio para conseguir jabón. Créeme que a nivel de laboratorio, lo único romántico es el cambio y la reordenación atómica (Anda que no manché ni nada =) ).

Mercromina Roja. dijo...

Ya lo supongo. Lo que me da esa sensación es que lo haga un cadáver por sí solo, claro, aunque sea algo totalmente lógico.


:***