domingo, 12 de septiembre de 2010

Brainstorm.

No sé que haría si empezase a llover y yo fuera por la calle con un café-para-llevar. He vuelto a tomar zombie-zumo, las despedidas de repente son serias, los chicos se despiden deseándose suerte y C. pide un helado horripilante de Hello Kitty para el postre. El chico de las botas de cowboy, que me recuerda a Bestia más que nunca, quiere que pase la noche con él y a mí me da la impresión de que nunca me voy a caer del guindo en el que vivo. Me apetece que su mano se pierda entre mis piernas, pero al final mi cerebro se manifiesta, me limito a dejarle la marca de mis dientes en el pecho y me voy a casa mientras que tarareo algo que no recuerdo. Cuando me miro en el espejo del ascensor me siento sola y cansada. El chico de París me ha escrito unas cosas preciosas, yo he visto una película malísima, tengo resaca y absurdamente me apetece llamar a alguien cariño por primera vez en mi vida.


*Thank you for your love. Antony and The Johnsons.

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