domingo, 7 de febrero de 2010

Turismo mental.

Me has hablado tantísimo de tu barrio que lo conozco aunque prácticamente no lo haya pisado en toda mi vida. Te imagino yendo al mercado, cerca de tu casa, observando todo con atención , eligiendo lo más adecuado para preparar el plato ese que tienes en mente y luego llevando tus bolsas tensando los largos brazos. Puedo oler perfectamente el olor que desprende el restaurante de la esquina de tu calle y oír el alboroto del bar de enfrente. El eco de los distintos acentos y dialectos, las azoteas que puedes ver al asomarte a tu terraza. Prácticamente podría calcular incluso el número de ladrillos que forman la pared de tu salón, el número de crujidos de escaleras que chirrían al subir por tu portal. La gente en manga corta por la calle mientras que yo me abrocho la chaqueta. Conozco muchos de los dibujos que adornan las paredes, la música de los ochenta que podría escuchar en ese bar que frecuentas y la avalancha de shawarmas, los Space Invaders....
Es increíble lo cerca y lo lejos que se puede estar simultáneamente del mismo lugar.






*Paper Cup. The Swell Season.

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